por Eduard Alfonso-Kuban Alocén
A finales del invierno de 2019, el riesgo de contagio masivo del virus SARS-CoV-2 comportó el anuncio de la cancelación o el aplazamiento de muchos eventos, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
En Italia por ejemplo se canceló el Carnaval de Venecia. En el ámbito internacional, los Juegos Olímpicos, que debían celebrarse en Toquio el verano de 2020 se han aplazado hasta este próximo verano. Multitud de ferias internacionales y eventos corporativos también han sido cancelados, como por ejemplo el Mobile World Congress de Barcelona y más en concreto aún en el ámbito de la cultura y la música se cancelaron los festivales y conciertos tanto en espacios públicos al exterior como en espacios cerrados, eventos como el Primavera Sound o el Sonar.
El impacto económico que ha tenido esta situación sin precedentes en el sector de la organización de eventos ha sido de una enorme magnitud. Desde asociaciones profesionales como la International Congress and Convention Association (ICCA), la Meeting Professionals International (MPI) y la PCMA (antes llamada Professional Convention Management Association) se ha contabilizado que antes del mes de abril de 2020 un 87% de los eventos programados se han tenido que cancelar.
Si hay un sector que en efecto ha sido fulminado por la situación de pandemia en la que vivimos es el de los eventos. Cuando pensamos en este sector estamos acostumbrados a pensar en agencias de eventos o congresos, hoteles, transportes, centros de convenciones y poco más, pero detrás de los eventos hay una multitud de profesionales de diferentes disciplinas que a día de hoy y después de más de un año no han podido ejercer su profesión. Medios audiovisuales como, luz y sonido técnicos, es decir, diseñadores, montadores, programadores; otros como decoradores e interioristas, escenógrafos, carpinteros, metalistas, artesanos, dibujantes; profesionales del ámbito del catering y restaurantes como, camareros, cocineros, proveedores de alimentación; profesionales del ámbito de la producción audiovisual, realizadores, iluminadores, sonidistas, actores de doblaje, presentadores, speakers, guionistas; profesionales de la producción gráfica como impresores, diseñadores graficos; personal de los espacios habilitados para los eventos como seguridad, bedeles, limpieza, comerciales, personal técnico y tantos otros como transportistas, azafatas, intérpretes, choferes son parte de un largo etcètera de víctimas que han visto sus vidas truncadas por la pandemia.
Merecen especial mención aquellos profesionales autónomos que ofrecen sus servicios enlazando unos encargos con otros, que se han quedado sin trabajo y sin perspectivas de encontrarlo en un largo periodo de tiempo. Justamente éstos son los que GNX Urban Music Fest en su contribución con el íntegro recaudamiento de sus eventos va a poder ayudar mediante la fundación Actua Ajuda Alimenta dedicada a la repartición de cestas de comida a profesionales del sector de la cultura afectados gravemente por la pandemia, en situación de necesidad.
Ante la imposibilidad de poder celebrarse las fiestas del barrio de Guinardó por las cuestiones referentes a la pandemia, un grupo de jóvenes bajo el nombre de GNX Urban Music Fest decide sublevarse contra los impedimentos y según sus posibilidades hacer por todos los medios posibles un evento en el que se mostrase el gran potencial de sus componentes y sus ganas de mostrar a la ciudad el buen quehacer con respeto a la producción cultural y musical del ámbito barcelonés.
Este proyecto se erige así como el primer festival de música joven urbana de Barcelona, creado por jóvenes, que se manifiesta como la oportunidad para tramar una serie de relaciones y un tejido social, que, a su vez, según el impacto y el devenir de su desarrollo provoque un estado de profesionalización de las prácticas de sus integrantes con tal ambición de conquistar su respectivo espacio en la escena y dar voz al colectivo emergente. Rechazando de este modo cualquier estereotipo y prejuicio sobre la diversidad musical existente y enriquecedora del panorama actual.
Así mismo el festival surge de la necesidad de dar respuesta a la evidente falta de oportunidades de los y las artistas que por causa de la pandemia han visto estancada su progresión y visibilidad frente a un público potencial, sumándose a los técnicos y el personal que trabaja detrás de los focos, que grácias a propuestas como este evento va a poder llevar a cabo su profesión . Haciendo ver al mundo que una nueva generación implicada no solo con su trabajo y profesión sino también con el entorno está dispuesta a proclamarse activamente incidiendo en la transformación de una sociedad heredada injusta y desigualitaria.
En una co-producción entre el GNX COL·LECTIVE (jovenes de Guinardó), Music Mentoring Barcelona, el Espai Jove Bocanord y la Casa d’Oficis de l’Espectacle de Barcelona Activa, con el apoyo del Ajuntament de Barcelona, se conforma otra via, una posibilidad emancipativa, alternativa a cualquier evento creado hasta el momento con un potencial empoderador y con vistas a un desarrollo y crecimiento exponencial.
Se presenta así, no sólo como un evento presencial superando el inmovilismo institucional clausurador de eventos culturales, pudiendo agrupar a 30 espectadores más los profesionales a cargo respetando las restricciones y los protocolos sanitarios, sino también como un evento adaptado a las nuevas inquietudes y necesidades requeridas, redefiniendo la esencia de los eventos implicando la digitalización. De hecho es un salto a la incorporación de las innovaciones tecnológicas desde el uso de las redes sociales en la promoción del evento y el establecimiento de una comunicación bidireccional con los asistentes, la difusión en streaming en la plataforma de contenido audiovisual Youtube, hasta el método de pago y transferencia vía Bizum. Asumiendo por tanto las facilidades con las que los jóvenes interactúan y se socializan en entornos virtuales.
En este parecer quedan patentes ventajas en la creación del evento online como la facilidad de acceso, la capacidad de abarcar audiencias más amplias, la perdurabilidad más grande en el tiempo y la reducción de las emisiones de CO2 a consecuencia de los desplazamientos de los asistentes.
Para esto se ha diseñado la imagen y el desarrollo para el contexto virtual y se ha garantizado la usabilidad de la plataforma de navegación fácil, cómoda segura e intuitiva, manteniendo el contenido accesible, documentado par tenerlo a disposición de los interesados una vez concluido el evento, ampliando el alcance, el impacto y la notoriedad.
Después de una intensa primera jornada de éxito en la edición del GNX Urban Music Fest que ha tenido lugar en el Espai Jove Bocanord el 21/05 con apariciones de los artistas KULE & TELLEZ, LA VAINA RECORDS, LA DOBLE L, y DJ ATUMA se ha anunciado una segunda jornada, que tendrá lugar el 04/06, proponiendo un cartel cuanto menos suculento con la incorporación de artistas de la talla de MUTUOS_041, MAR CASTRO, TRAMA, RALLY RAY, QUIRÒFAN y CULLI .
Significandose de este modo como un punto de referencia del panorama cultural urbano y contribuyendo a la generación de espacios de diálogo entre los jovenes artistas de barcelona, este festival va a seguir dando de que hablar en sus próximas jornadas.
Es indispensable para entender la capacidad del proyecto que el colectivo bajo el nombre GNX Urban Music Fest agrupa a diversos individuos que en su organización y coordinación han dado luz a multiplicidad de oportunidades, cada uno trabajando desde su ámbito para el desarrollo y la composición del festival, destacando a Miguel Zamarripa (Flautek), Jesús Domínguez (Xuso), Sergi López (Pollete), Anna Bañieres (Bj), Pau Caballero (Atuma), Pablo Rosas (Palelo).
Un grupo humano dispuesto a trabajar entendiendo las especificidades del sector, actuando bisturí en mano, en consecuencia para aportar una nueva visión emancipatoria, poniendo en relieve variedad de futuros posibles inscritos en la actual conformación social.
inmediaresmagazine.com 