Articulo por Pedro Muñoz
Hoy vamos a hablar de la estatua de Colón que esta ubicada en la parte final de la calle llamada ¨La Rambla¨, ubicada en Barcelona, España. Pero no nos vamos a concentrar en toda la simbología que esta misma tiene, en este articulo nuestro centro de enfoque van a ser los distintos nombres ubicados en chapas metálicas por alrededor de la estatua, vamos a descubrir quienes son y que rol tuvieron en la conquista de América, si es que si vieron envueltos de manera directa o indirecta.
Para comenzar, el único apellido que se repite dos veces en el monumento es Pinzón, los hermanos Pinzón fueron los capitanes de los otros dos barcos que acompañaron a Colon en la primera expedición a las Américas.
Martín Alonso Pinzón era el hermano mayor y el capitán de la Pinta, durante los distintos trayectos demostró su eficacia en liderazgo y apoyo moral hacia los tripulantes, su sentido de la orientación era bastante alto, esto generó que influyera mucho en la toma de decisiones respecto al rumbo que elegir. Martín Pinzón se separa de Colón en el Caribe con la idea de descubrir tesoros y nuevas tierras, esto lo hizo encontrarse con la isla de Haití, una vez que volvieron a España, Martín se auto proclamó conquistador del nuevo continente.
Su hermano Vicente Yañez Pinzón, fue el capitán de la Niña, a diferencia de su hermano él tenia un sentimiento más cercano a explorador, ayudó a Colón en un par de ocasiones en el viaje, pero una vez llegados al Caribe el hermano menor decidiría separarse de sus compañeros de viaje y dirigirse hacia nuevas tierras. Fue el primer navegador en meterse por el Amazonas quien el lo llamó ¨Rio Santa María del Mar Dulce¨, luego de esto fue denominado jefe a cargo de ¨San Juan¨, lo que hoy seria Puerto Rico. Pero en 1508 se fue de centro América con Juan Diaz de Solís a América del sur, no existe información sobre él después de 1519, Solís por lo visto llego hasta Uruguay.
Luego entran Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, ellos fueron los reyes católicos en este período de conquista y, ambos fueron los principales patrocinadores de Cristóbal Colon dándole el dinero y herramientas necesarias para poder lograr hacer la expedición.
La única vez que los reyes católicos se vieron de vuelta involucrados en un gran evento con Colon fue cuando fue traído como prisionero en La Española en 1500 por el administrador real Francisco de Bobadilla. Esto se debió que en el tercer viaje Cristóbal Colon había desembarcado directamente en el continente Americano, más específicamente Venezuela, pero supuso que era Asia y no le dio importancia; esta decisión hizo que sus tripulantes lo demandaran ante la corona por falsas promesas. Luego de llegar a España fue liberado por los reyes e enviado a su último viaje.
Vamos a hablar ahora de Antonio de Marchena, esta figura religiosa es crucial para el descubrimiento de las Américas ya que fue quien introdujo los planes de exploración de Cólon a la corte de Castilla haciendo este plan un asunto nacional y moviendo todos sus contactos para apoyar a su nuevo socio.
Colón pidió asilo para él y su hijo en 1484 en el convento de la Rábina en Andalucía, donde Antonio de Marchena era el fraile de dicho monasterio. Allí fue donde Colon le mostró sus planes secretos para explorar el otro lado del océano, esta idea fascinó tanto al cura que él mismo lo llevó a Castilla para mostrarles la idea del aventurero. Pero hubo un acuerdo de por medio, La Rábina seria oficialmente la casa de Colón. Esto le daría renombre y la ayudaría a subsistir económicamente si el viaje era un éxito.
Andrés Cabrera era tesorero y consejero del Rey Enrique IV de Castilla en 1478, Andrés era amigo de la infancia de Isabel I la futura reina de Castilla, no hay mucha información de este personaje con Colón pero pudó llegar a ser unos de los principales nobles que apoyaban al viajero y su cercanía con la misma reina le otorgaba una voz de confianza en el momento de tomar decisiones tan pesadas como el plan de excursión.
Beatriz de Bobadilla, fue la mejor amiga de la reina Isabel I de Castilla y fue su consejera hasta la muerte de Isabel en 1504.
No tuvo una exposición directa con Colón pero al ser cercana a la reina le colocaron un lugar en el monumento, dato curioso ella con Enrique IV (primogénito de Isabel I) conspiraron para mantenerla alejada de Fernando de Aragón II.
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