Hace unas semanas debido al fallecimiento de George Floyd en EE.UU. se ha vuelto a sensibilizar a la población sobre la discriminación racial de los ciudadanos afroamericanos y en general en todo el mundo. Los medios y a la población han organizado protestas, campañas de visibilización, donaciones a organizaciones que velan por la ayuda al ciudadano afroamericano, etc. Todo esto debido a que dicha noticia ha hecho eco en todo el mundo, se ha podido ayudar mucha gente y ha vuelto a poner en boca de todos el ya conocido movimiento ‘Black lives matter’.
Parece que dada nuestra situación de confinamiento, las noticias que antes parecían no llegar a nuestras casas ahora están a la palma de nuestra mano, realmente ha habido un incremento del uso de las redes sociales y las noticias que podemos ver en la televisión vemos que ya no pueden actuar sin antes mentar una red social o usar vídeos de estas. Es por eso que esta noticia se ha hecho eco por todo el mundo y es innegable que ahora parece que todos estemos más conectados que nunca.
Las redes sociales, artistas y medios de comunicación son parte de nuestro dia a dia y se han adaptado para dar está visibilidad y generar debate alrededor de está desgarradora noticia. Como ejemplo tenemos que en instagram se hizo viral el publicar una foto en negro para comunicar que estás a favor del movimiento ya mentado ‘Black lives matter’ o entre la comunidad de artistas digitales hacer comisiones para donar el dinero a organizaciones dedicadas a velar por la igualdad racial y ayudar a los más necesitados.
Ahora nos encontramos con un nuevo movimiento iniciado para la visibilización de un problema ya conocido, el racismo laboral que forma parte de la industria de la moda. Es por eso que se inició el ‘Vogue Challenge’.
¿Qué sucede con este challenge?
Primeramente debemos saber que este reto fue hecho para visibilizar que la una de las revistas de moda más importantes del mundo, como es Vogue, tiende a no contratar a modelos que no sean de piel blanca e incluso solo hace uso de la diversidad en sus portadas para revistas concretas donde el artículo va exclusivamente de un tema racial. Así que este reto se creó para dar visibilidad a todas esas personas que debido a su color de piel (concretamente aquellos con raíces africanas) han sido rechazados de la industria de la moda o a cualquiera que quiera hacer dicho reto para dar visibilidad a su comunidad en el mundo de la moda. El reto consiste en usar una buena fotografía para crear un ‘fake’ de la portada de la revista y así generar un abanico de portadas más inclusivo y fomentar el que se contraten a modelos de todo tipo de color de piel.
Pero como todas las modas de Internet, en poco tiempo esta se salió de control. Al no dar una explicación completa sobre el propio reto, no solo la comunidad racializada a la que se dirigía dicho reto lo hacía, sino que muchas personas que obviamente no se veían expuestas a este problema empezaron a hacerlo. Entonces nos encontramos en que se fomenta el simple hecho de generar una portada para Vogue y sin un sentido aparente más allá de lo estético, convirtiendo el reto en algo banal y que de nuevo invisibiliza a dicho colectivo, generando indignación ante el desconocimiento de la mayoría de usuarios. Recordemos que algo similar sucedió en 2014 con ‘Ice bucket challenge’ que fue creado para dar donaciones a para el ELA y la gente simplemente lo empezó a viralizar como un juego despreocupado que hacer entre amigos.
Entonces es cuando los artistas digitales entran en escena, pues la estética ahora parece parte intrínseca de este ‘challenge’ y no su intención de ayuda a los colectivos racializados. Así que está confusión lleva a muchos artistas a generar portadas con arte de personajes de películas, series, libros o incluso sus propias creaciones. Es aquí cuando ya se torna desconsiderado, llevar al terreno ficticio dicho movimiento, pues ya es desvirtualizar la acción a la mera estética, la banalidad de la contemplación. Ya no se trata de un lema como ‘todos podemos ser la portada de Vogue’ o una réplica a la discriminación racial en el campo del modelaje, sino que apela al valor estético, dejando un significado vacío en el reto.
Quizás el artista, así como aquella persona no racializada que realiza esta acción, no es consciente de lo denigrante que resulta dicha invisibilización, pues mucho del arte creado para este es inclusivo en términos raciales o incluso trata de ser inclusivo en otros colectivos como el LGTB.
¿Entonces queda preguntarnos cual es el juicio de valores que debemos tomar en el momento de decidir si realizar o no dicho reto? En un inicio lo que me llevó a investigar sobre este fue ver a ilustradores a los que seguía crear preciosas portadas y quería formar parte del reto también, tuve suerte que rápidamente me pregunte de donde venia este reto y me informe. Decidí no formar parte de este. No considero que por dar mi propia experiencia en este artículo deba cambiar de parecer a aquellos que deciden generar arte de esta propuesta, es más espero que este artículo llegue a alguien que no sepa leer en inglés, pero que igual que yo quiera informarse sobre dicho reto. Las noticias de habla hispana simplemente hablan del cómo hacer este reto, o del como ahora está causando sensación en las redes sociales, pareciera que aunque tenemos esa capacidad de conectar con todo el mundo y de saber en primicia sobre lo que está pasando aún faltan herramientas para filtrar de forma correcta la información y así quizás poder ser más empáticos en nuestros actos.
Primera portada: @_SirBongZ en twitter Segunda portada: @NE0LOVE en twitter Tercera portada: @makiartist_ en twitter Texto: Sara Samitier Rodríguez
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