Conversamos con varios escultores locales durante el estado de alarma causado por la crisis sanitaria del COVID-19 para ver cómo están pasando el confinamiento y de qué manera se vio afectada su vida personal y profesional. Los artistas que nos revelan sus opiniones, impresiones y experiencia, cada uno desde su realidad son: Joaquim Falcó & Meritxell Tembleque y Susana Ruíz Blanch
La profesión de escultor es tu principal fuente de ingresos o realizas otras actividades lucrativas?
Quim & Txell: Prácticamente todos nuestros ingresos se generan con los trabajos que realizamos en nuestro taller. Hay tres puntales sobre los que sostenemos nuestra actividad: nuestra obra personal, los encargos profesionales y la docencia. En función del momento gana importancia uno u otro, pero todos tienen una cosa en común que es fundamental para nosotros: el oficio. En nuestro caso está íntimamente ligado a un material: el vidrio. Sobre el conocimiento y trabajo de este material hemos construido nuestro taller, nuestro trabajo y nuestra vida. Hay un compromiso íntimo en ello.
Susana: Desde los últimos ocho años me dedico al retrato escultórico y la actividad económica al respecto llega por encargo, cuando llega. Me he quedado sin la principal fuente de ingresos, que era dando clases de escultura de modo privado.
Dónde vives ahora durante la cuarentena y a que te dedicas?
Quim & Txell: El 2015 nos trasladamos de Barcelona a Verdú, un pueblo de menos de mil habitantes en la provincia de Lleida. Nuestro taller está en la planta baja de la casa, así que no tenemos que salir para trabajar. No tenemos hijos y nos gusta la compañía de perros y gatos. Es más fácil pasar la cuarentena fuera de la ciudad y en un espacio amplio, nos sentimos afortunados.
Susana: Vivo en Badalona, relativamente cerca del mar. Mi taller está en el sótano de la casa, por lo que es muy fácil seguir trabajando, pero no tengo la luz natural.
Te acuerdas que estabas haciendo el viernes, 13 marzo (1er dia del confinamiento) y que planes tenías en aquel momento? Como cambiaron tus planes posteriormente a causa del confinamiento?
Quim & Txell: Los primeros días no cambiaron mucho nuestro plan de trabajo. Sí que el proyecto en el que estábamos trabajando: unos premios para un evento relacionado con la hostelería en Barcelona se aplazó, pero por suerte solo ha cambiado el calendario y se mantiene.
Teníamos dos visitas previstas al taller: una clase de alumnos de un Instituto y un grupo de argentinos que hacían un tour por Europa e iban a visitar varios talleres especializados en vidrio. También teníamos prevista la grabación de un cortometraje de una serie de documentales de artistas y artesanos del vidrio. De momento todo está aplazado, veremos si se pueden cambiar fechas y poder llevarlo a término.
Susana: Mi vida no ha cambiado mucho, la verdad, menos dinero y más angustia, eso sí.
Tienes taller en casa? Si no, te puedes trasladar hasta tu taller o has tenido que montarlo en tu hogar actualmente? Que cambios has tenido que hacer para poder seguir trabajando?
Quim & Txell: Estamos habituados a pasar muchas horas en casa, para nosotros no es un problema, al contrario. Nuestra vida privada y nuestro trabajo están íntimamente conectados. Esta conexión es nuestro proyecto de vida y desde que unimos casa y taller es más cómodo, agradable y nos ha hecho más fuertes ante situaciones difíciles.
Susana: Para poder ofrecer una obra de calidad y satisfacer la mirada de quienes buscan un parecido indiscutible en el retrato escultórico, trabajo y practico continuamente. No es fácil, los encargos son, eran escasos. Sin embargo, la actividad en mi taller sigue.
Te levantas con ganas de trabajar? Consigues concentrarte, inspirarte, sentir que tiene sentido lo que estás haciendo en esa situación de incertidumbre?
Quim & Txell: La mayoría de trabajadores autónomos y artistas estamos habituados a la incertidumbre. Creo que es algo que todos deberíamos aprender de esta situación. Intentamos y lo hemos conseguido en buena medida que trabajar sea un privilegio y no un castigo, se trata de hacer lo que te gusta, así todo el esfuerzo y sacrificio necesario tiene sentido. Claro que hay proyectos más agradables que otros, pero podemos tomar todas las decisiones oportunas desde que nos levantamos hasta que nos acostamos.
De momento a nivel de trabajo está siendo como un paréntesis, veremos si será más corto o más largo y cómo queda todo luego. Estamos aprovechando este paréntesis en los encargos para hacer nuevas piezas, buscando nuevos enfoques y también nos viene bien para hacer mantenimiento y algunas mejoras en el taller.
No creemos mucho en la inspiración. Para nosotros la creatividad es como un huerto o un jardín, hay que trabajar la tierra para que produzca algo. Es un trabajo constante de observación, de buscar conexiones entre cosas aparentemente alejadas… Uno no se levanta un dia y se le aparecen las musas. Sin un trabajo previo y otro posterior las ideas no aparecen, ni sacan raíces, ni crecen, ni se materializan en nada.
Susana: Estoy acostumbrada a vivir luchando y al camino difícil que ofrece esta profesión. Por otro lado está el contacto directo con las personas que realizan los encargos, suele ser muy gratificante y el verdadero incentivo para seguir.
Que material utilizas prioritariamente para tus esculturas? Tienes material suficiente para poder seguir trabajando o has tenido que parar con el proyecto en curso?
Quim & Txell: El vidrio siempre está presente en nuestro trabajo, en mayor o menor medida. Con el tiempo hemos ido adquiriendo diferentes tipos de vidrio de excedentes de proyectos, de talleres que cerraban, etc. Es básico disponer de material para trabajar, aparte del necesario para proyectos concretos. Además del vidrio en nuestras piezas incorporamos otros materiales: hierro, madera, piedra. Con frecuencia son materiales encontrados o recuperados.
Susana: Modelo en barro, hago moldes y reproducciones de resina. Siempre hay una rotación de materiales vigentes y justo antes de la pandemia había hecho acopio para poder seguir con un proyecto personal en el que estoy trabajando desde diciembre.
Como comentarías la decisión de Angela Merkel de aprobar medidas de ayuda a los artistas comparado con la situación del colectivo en España (actual o anterior)?
Quim & Txell: Justo acabamos de oír decir al ministro que no hay medidas especiales para la cultura. España es así, tiene otras prioridades. Que el ministerio sea de Cultura y Deportes ya dice mucho! Que puedes esperar de un país en el que torturar y matar animales se considera cultura y se subvenciona con dinero público?
Susana: El desamparo institucional, la presión institucional, la desidia institucional con la que lidiamos muchos artistas profesionales viene siendo la regla del día con una fuerte inercia por lo que no vaticino ningún cambio positivo.
Tendrías algún consejo (profesional, personal) para otros artistas sobre como sacar algún provecho, en el caso de que sea posible, de la situación actual?
Quim & Txell: No nos atrevemos a dar ningún consejo. Hay tantas situaciones diferentes que no valen las recetas generales. Parar un momento nos puede ayudar a ver si vamos en la dirección correcta, individual y colectivamente.
Dicen que el mundo cambiará por completo cuando salgamos de esa situación. Crees que cambiará algo en el arte?
Quim & Txell: El arte acompaña a la humanidad, no hay humanidad sin arte. Pero una cosa es el arte y otra el negocio del arte, donde solo unos pocos se sientan a la mesa. Hay y habrá artistas con privilegios, conectados directamente con el poder, tanto con el económico como con el político. No olvidemos que la cultura es una cuestión política y que los políticos y sus allegados son los que deciden dónde va el dinero público.
Este confinamiento podría ser el primero de una serie, lo dicen los expertos. Quizás el arte, en todas sus expresiones, tiene la oportunidad de llegar a todas las casas. Es curioso que mucha gente se gaste mucho dinero en un móvil que le va a durar muy poco tiempo y en cambio no se lo gasta en una pieza de arte que la podrían disfrutar toda la vida. Nos falta cultura del arte y del objeto. Mayormente se valoran las marcas y no las obras artísticas.
Muchas galerías de arte han cerrado, las redes sociales dan la oportunidad de mostrar y vender obra, pero falta que la gente sienta la necesidad de rodearse de objetos que le hagan sentir bien. Ojalá que con el confinamiento nos demos cuenta de esto y de la misma forma que compramos toda clase de objetos on line nos animemos a comprar piezas de arte en la medida de nuestras posibilidades.
Como comentarías el comentario que se ha vuelto viral en los primeros dias del confinamiento: “Que casualidad que 3 de las asignaturas educativas menos valoradas y con menos horas lectivas y consideradas “Marías” como son Dibujo, Música y Educación Física sean ahora, según los expertos, la mejor forma de mantener un equilibrio y salud mental y física en estos días tan difíciles de reclusión. Si eso vale para una ocasión tan delicada, porque estos beneficios se ignoran en condiciones “normales””
Quim & Txell: Esto es la demostración de que el sistema educativo no nos sirve como personas. Está pensado para ser obedientes trabajadores, para ser una pieza del sistema, además hay piezas imprescindibles pero infravaloradas, se está viendo con la crisis sanitaria. Tener en la escuela todos los días sentados durante horas a “cachorros” humanos es antinatural, desvanece nuestra curiosidad, tendrían que estar en contacto con el mundo, verlo, tocarlo, olerlo, oírlo, amarlo. Aprendemos a través
Susana: La mejor prueba de ello es que la situación que vivimos en estos días me afecta con cierta relatividad. Tengo el privilegio de tener un universo vivo dentro de mí, una profesión que me ha entrenado para tener autodisciplina, automotivación, autogestión, y este es un verdadero tesoro que compensa la inestabilidad e inseguridad económica del oficio. Cada día sé que qué hacer con mí tiempo y también sé no hacer nada un miércoles cualquiera cuando todo el mundo corre allá fuera. Sin embargo, no estoy ajena a toda la penuria que nos está causando esta pandemia, no estoy ajena a la situación social-política-mundial en la que estamos y me pesa profundamente, tanto que no quiero ni opinar.

