Desnudez e Imagen Social

Cómo la ropa funciona como punto de encuentro entre la intimidad y el público.

Por Abigail Marsh

Vestirnos es un acto integral de nuestras vidas, pero has pensado alguna vez por qué lo hacemos? Por qué no vamos desnudos siempre? Y por qué elegimos la ropa que elegimos? Es una expresión de nuestra “personalidad” o es parte de algo más grande?

Según Entwistle en su ensayo “El cuerpo y la moda, una visión sociológica” la ornamentación de nuestro cuerpo es una expresión de identidad. Entwistle se extiende en cómo la moda se ha formado en relación con la identidad, el cuerpo, el género y la sexualidad. En el capítulo “Dirigirse al Cuerpo” escribe:

“«Hay un hecho evidente y prominente sobre los seres humanos», dice Turner (1985, pág. 1) al comienzo de su libro El cuerpo y la sociedad: exploraciones en teoría social, «tienen cuerpos y son cuerpos». Es decir, el cuerpo constituye el entorno del yo, es inseparable del yo. Sin embargo, lo que Turner omite en su análisis es otro hecho evidente y prominente: que los cuerpos humanos son cuerpos vestidos. El mundo social es un mundo de cuerpos vestidos. La desnudez es totalmente inapropiada en casi todas las situaciones sociales e incluso en situaciones donde se exhibe demasiada carne (en la playa, en la piscina, incluso en el dormitorio); es probable que los cuerpos que se encuentran en estas situaciones vayan adornados, aunque sólo sea con joyas o con perfume: cuando a Marilyn Monroe se le preguntó qué llevaba puesto para irse a la cama, ésta respondió que sólo llevaba Chanel número 5, lo cual ilustra cómo el cuerpo, incluso sin adornos, puede seguir adornado o embellecido de algún modo. El vestir es un hecho básico de la vida social y esto, según los antropólogos, es común en todas las culturas humanas: todas las personas «visten» el cuerpo de alguna manera, ya sea con prendas, tatuajes, cosméticos u otras formas de pintarlo. Es decir, ninguna cultura deja el cuerpo sin adornos, sino que le añade algo, lo embellece, lo resalta o lo decora.”

Nuestro cuerpo es totalmente inseparable de quién somos. Por tanto, como vestimos es como somos.

La desnudez es vulnerabilidad. La ropa es nuestro punto de encuentro entre nuestra intimidad y el público. Es nuestra manera de presentar nuestros cuerpos al mundo y tener control sobre la información que damos de nosotros mismos.

La desnudez e ir sin ropa son dos cosas diferentes según Entwistle. La desnudez es un cuerpo  no protegido, sin nada. Ir sin ropa puede ser un cuerpo desnudo adornado o sin adornos, que está “vestido por las convenciones sociales y sistemas de representación.” Este sería por ejemplo un retrato desnudo que presenta el cuerpo en una manera más alineada con las modas del tiempo que la característica intrínseca de la desnudez. Unos ejemplos de esta presentación del cuerpo como un cuerpo no vulnerable podría ser la representación del cuerpo en la Grecia Clásica. 

La ropa, entonces, es una muestra de quién somos. Pero cómo puedes expresar tu identidad con la ropa? Qué significado tiene la ropa relacionado con tu identidad personal, social y cultural? “La moda y el vestido guardan una compleja relación con la identidad; por un parte la ropa que elegimos puede ser una forma de expresar nuestra identidad, de decir a los demás algo sobre nuestro género, clase, posición, etc.: por la otra, nuestra indumentaria no siempre se puede leer, puesto que no <<habla>> directamente y, por consiguiente, está expuesta a malas interpretaciones.” En comunidades pequeñas y étnicas el vestido se entiende por su vínculo a la cultura, género, ritual o puesto, pero en las ciudades modernas y grandes donde hay una mezcla de culturas, crea una tensión entre “artificio y autenticidad”. El vestido moderno siempre es un compromiso entre las exigencias del mundo social, el medio al que pertenecemos y nuestros deseos individuales.

Por tanto, la respuesta a la pregunta por qué no vamos desnudos está relacionada con la necesidad de controlar nuestra vulnerabilidad. La manera de controlarla es construir una imagen propia que es lo que ofrecemos al mundo. Aunque este imagen propia no es tan propia como parece, sino que tiene carácter social.